ANGEL

Hola a tod@s

Voy a ir subiendo trabajos. Unos ya estan en la red.
Otros los subiré, y habrá nuevos e inéditos.

Espero le sirva a alguien.


Saludos, Ángel

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Entradas populares

Cómo funciona una regla telescópica


Hola a tod@s
Hoy vamos a ver cómo funciona una regla telescópica y para los distintos usos que se le puede dar. Empezaremos por usos para albañilería.
Para hacer plomadas para cortes de tabiques, para colocar premarcos son ideales, para sujetar, apuntalar, trabajos de escayola, etc, etc.
Consta de un tubo exterior y otro interior de menor tamaño que se puede deslizar. Los dos están taponados para evitar la introducción de mezcla u otros.
Un muelle unido a otro tubo por la parte inferior, una pletina soldada a la base del más grueso para poder empujar hacia abajo tanto para soltarla cómo para extenderla.
Dos prisioneros que la fijan el tubo deslizante y una abrazadera cuadrada que se pone en el tubo más fino para tener de referencia con relación al grosor del más grueso.
Es una herramienta muy útil en tabiquería, pues en ella una vez a plomo se engancha un hilo que servirá de guía que irá a otra en el otro extremo. A su vez si hay premarcos que colocar en este tabique por medio de otras reglas podremos fijar y colocarlos en espera de que las hiladas del tabique vayan reforzando todo el conjunto.
Como apuntalamiento y presión sobre otros objetos es de gran utilidad, pues tanto vertical como horizontal podremos aplicar esta herramienta en madera, ventanas puertas, etc, etc.
Los escayolistas a estas reglas les ponen unas pletinas al final y con una simple fisura en la pared apoyan para colocar las placas. Cuando hay que “remendar un roto” en un techo, se coge una regla oprime una madera contra el techo y sobre ella descansa la escayola…
Para poner guardavivos y colocar esquineros da muy buen resultado, incluso para hacer esquinas directamente con mortero.
Saludos, Ángel
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Cabello de Ángel

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CABELLO DE ÁNGEL
Triángulos de hojaldre con cabello de Ángel
Hoy vamos a hacer Cabello de Ángel La base para hacer tan suculento manjar es la Cidra ( una especie de calabaza muy abundante...)
La base para hacer tan suculento manjar es la Cidra ( una especie de calabaza muy abundante...) Es bastante laborioso pero una vez hecho da juego para hacer distintas recetas
Necesitamos varias Cidras maduras y de tamaño intermedio. Para cascarlas por primera vez le damos un golpe contra algo duro, yo en este caso contra el suelo. Una vez roto se le quita la cáscara. Se va acumulando en un recipiente y se le van quitando las pepitas.
Ya sin pipas se corta en trozos más pequeños con una tijera. En una olla a presión se echan con un poco de agua, unos trozos de canela en rama y un limón partido a la mitad.
Se pone al fuego y una vez que esta cliente (cuando suba la válvula) con 10 – 15 minutos +- es suficiente. En un escurridor ponemos un paño limpio, echamos todo lo que hay en la olla y lo tapamos. Poniendo algo encima pesado y además apretando hacemos que salga todo el agua, (cuidado con las quemaduras, esta muy caliente) Una vez que esta seco lo pesamos y esto nos dará la medida de azúcar que le tendremos que echar, es de que el peso será igual de azúcar .
Juntamos la cidra y el azúcar en la olla y a fuego lento no paramos de dar vueltas hasta que se haga una pasta caramelizada, mas o menos media hora, hay que estar muy pendientes para que no se queme.
Cuando esta todo realizado, en unos botes de cristal los vamos rellenando hasta arriba, cerramos, y los ponemos al baño María durante 20-25 minutos. Una vez fríos comprobamos que han quedado perfectos si la tapa del bote ha menguado un poco, y luego a hacer recetas cuando se quiera pues el relleno ya esta hecho. Se guarda en un sitio seco y fresco y oscuro Así es como la hacemos nosotros, posiblemente haya otras formas de hacerla… a nosotros esta forma nos va muy bien y tenemos cabello de Ángel… hasta que se acabe.
A continuación todo el proceso
Esta es la flor de la planta de la cidra
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Es bastante laborioso pero una vez hecho da juego para hacer distintas recetas
Necesitamos varias Cidras maduras y de tamaño intermedio. Es muy abundante, salen en una misma planta varias piezas
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Para cascarlas por primera vez le damos un golpe contra algo duro, yo en este caso contra el suelo.
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Una vez roto se le quita la cáscara.
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Se va acumulando en un recipiente y se le van quitando las pepitas.
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En una olla a presión se echan con un poco de agua,
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unos trozos de canela en rama y un limón partido a la mitad.
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unos trozos de limón,...
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Se pone al fuego y una vez que esta caliente (cuando suba la válvula) con 10 – 15 minutos +- es suficiente.
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En un escurridor ponemos un paño limpio, echamos todo lo que hay en la olla y lo tapamos.
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Poniendo algo encima pesado y además apretando hacemos que salga todo el agua, (cuidado con las quemaduras, está muy caliente)
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Una vez que está seco lo pesamos y esto nos dará la medida de azúcar que le tendremos que echar. Igual peso que de azúcar
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Juntamos la cidra y el azúcar en la olla y a fuego lento no paramos de dar vueltas hasta que se haga una pasta caramelizada, más o menos media hora, hay que estar muy pendientes para que no se queme.
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Cuando esta todo realizado, en unos botes de cristal los vamos rellenando hasta arriba, cerramos, y los ponemos
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al baño María durante 20-25 minutos.
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Una vez fríos comprobamos que han quedado perfectos si la tapa del bote ha menguado un poco, y luego a hacer recetas cuando se quiera pues el relleno ya está hecho.
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Se guarda en un sitio seco y fresco y oscuro Así es como la hacemos nosotros, posiblemente haya otras maneras de hacerla… a nosotros esta forma nos va muy bien y tenemos cabello de Ángel… hasta que se acabe.
Unas láminas de hojaldre... se estira con rulo,
hojaldre 1
Se cortan en cuadraditos
hojaldre 2
Se rellenan co un poco de cabello de Ángel
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hojaldre 3
Y luego al Horno de leña Sisale
hojaldre 5
hojaldre 6
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Saludos, Ángel


Triángulos de Hojaldre con cabello de Ángel

Hola a tod@s
Les muestro unos triángulos de hojaldre con cabello de ángel que de vez en cuando hacemos en nuestro horno de leña.


 


  



  

 


 



Los ingredientes principales:

Las recetas de mi mujer
Nuetro "Horno Sisale"
Mucho cariño
El fogonero que soy yo

y los condimentos materiales:

Plancha de Hojaldre
Harina de trigo
Huevos de nuestras gallinas
Azúcar glasé
Lo del tarro es ... como no.. "Cabello de ...".(embotada por nosotros).
Cidra (cosecha de nuestra huerta)
 
Saludos, Ángel

Soneto a Cristo Crucificado. Anónimo

Soneto a Cristo Crucificado.

No me mueve, mi Dios, para quererte
El cielo que me tienes prometido;
Ni me mueve el infierno tan temido
Para dejar por eso de ofenderte.

Tú me mueves, Señor; muéveme el verte
Clavado en una cruz y escarnecido;
Muéveme ver tu cuerpo tan herido;
Muéveme tus afrentas y tu muerte.

Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,
Que aunque no hubiera cielo te amara
Y aunque no hubiera infierno te temiera.

No tienes que me dar porque te quiera;
Pues aunque cuanto espero no esperara,
Lo mismo que te quiero te quisiera.

(Anónimo)



Saludos, Ángel

El Lazarillo De Tormes, Ánónimo

El Lazarillo de Tormes

Cuenta Lázaro su vida y cuyo hijo fué


“Acaeció que, llegando a un lugar que llaman Almarox al tiempo que cogían uvas, un vendimiador le dio un racimo dellas en limosna. Y como suelen ir los cestos maltratados y también porque la uva en aquel tiempo está muy madura, desgranábase el racimo en la mano. Para echarlo en el fardel tornábase mosto, y lo que a él se llegaba.

Acordó hacer un banquete, así por no poder llevar como contentarme: que aquel día me había dado muchos rodillazos y golpes. Sentándonos en un valladar dijo:

- Agora quiero yo usar contigo una liberalidad, y es que ambos comamos ese racimo de uvas y que hayas de él tanta parte como yo. Partido hemos de esta manera: tú picarás una y yo otra, con la que me prometas no tomar cada vez más de una uva. Yo haré lo mismo hasta que lo acabemos, y de esta suerte no habrá engaño.

Hecho así el concierto, comenzamos; mas luego del segundo lance, el traidor mudó propósito, y comenzó a tomar de dos en dos, considerando que yo habría de hacer lo mismo. Como vi que él quebraba la postura, no me contenté ir al a par con él; mas aun pasaba adelante: dos a dos y tres a tres y como podía las comía. Acabado el racimo, estuvo un poco con el escobajo en la mano y, meneando la cabeza, dijo

- Lázaro: engañado me has. Juraré yo a Dios que has tú comido las uvas de a tres.

- No comí - dije yo-; mas, ¿por qué sospecháis eso?

Respondió el sagacísimo ciego:

- ¿Sabes en qué veo que las comiste tres a tres? En que yo comía dos a dos y callabas.

A lo cual yo no respondí…”

(Anónimo)


El Lazarillo de Tormes

Cuenta Lázaro su vida y cuyo hijo fué


“Usaba poner cabe sí un jarrillo de vino, cuando comíamos y yo muy presto le asía y daba un par de besos callados y tornábale a su lugar. Mas dúrame poco. Que en los tragos conocía la falta, y por reservar su vino a salvo nunca después desamparaba el jarro, antes lo tenía por el asa asido. Mas no había piedra imán que así trajese a si como yo con una paja de centeno, que para aquel menester tenía hecha, la cual, metiéndola en la boca del jarro, chupando el vino lo dejaba a buenas noches. Mas, como fuese el traidor tan astuto pienso que me sintió, y dende en adelante mudó propósito y asentaba su jarro entre las piernas y atrapábale con la mano, y así bebía seguro.

Yo, como estaba hecho al vino, moría por él, y viendo que aquel remedio de la paja no me aprovechaba ni valía, acordé en el suelo del jarro hacerle una fuentecilla y agujero sotil, y dedicadamente, con una muy delgada tortilla de cera, taparlo, y al tiempo de comer, fingiendo hacer frío, entrábame entre las piernas del triste ciego a calentarme en la pobrecilla lumbre que teníamos, y el calor Della, luego derretida la cera, por ser muy poca, comenzaba la fuentecilla a destilarme en la boca, la cual yo de tal manera ponía, que maldita la gota que se perdía. Cuando el pobre iba a beber, no hallaba nada.

Espantábase, maldecíase, daba al diablo el jarro y el vino, no sabiendo que podía ser.

- No diréis, tío que os lo bebo yo – decía - , pues no le quitáis mano.

Tantas vueltas y tientos dio al jarro, que hallo la fuente, y cayo en la burla; mas así lo disimuló como si no lo hubiera sentido.

Y luego, otro día, teniendo yo rezumando mi jarro como solía, no esperando el daño que me estaba aparejado ni que el mal ciego me sentía, sentéme como solía; estando recibiendo aquellos dulces tragos, mi cara puesta hacía el cielo, un poco cerrados los ojos por mejor gustar el sabroso licor, sintió el desesperado ciego que agora tenía tiempo de tomar de mí venganza, y con toda su fuerza, alzando con dos manos aquel dulce y amargo jarro, le dejó caer sobre mi boca, ayudándose, como digo, con todo su poder, de manera que el pobre Lázaro que de nada desto se guardaba, antes, como otras veces, estaba descuidado y gozoso, verdaderamente me pareció que el cielo, con todo lo que en él hay, me había caído encima.

Fue tal el golpecillo, que me destino y saco de sentido, y el jarrazo tan grande, que los pedazos de él se me metieron por la cara, rompiéndomela por muchas partes, y me quebró los dientes, sin los cuales hasta hoy día me quedé. Desde aquella hora quise mal al mal ciego, y aunque me quería y regalaba y me curaba, bien vi que se había holgado del cruel castigo. Lavóme con vino las roturas que con los pedazos del jarro había hecho y , sonriéndose decía:

- ¿Qué te parece, Lázaro? Lo que te enfermó te sana y da salud.

(Anónimo)

Saludos, Ángel



Este trozo de la obra que he entresacado es de lo más conocido.
Tuvo que ser muy mala esa época en que suceden estos relatos y cada
uno se las arreglaba para salir adelante. Eso a pesar del tiempo no ha cambiado.
La picaresca Española es rica en obras de diversos autores de los cuales gusto volver a leer de vez en cuando.

Saludos, Ángel

Castilla, Manuel Machado (1874-1947)

Castilla

El ciego sol se estrella

en las duras aristas de las armas,
llaga de luz los petos y espaldares
y flamea en la punta de las lanzas.

El ciego sol, la sed y la fatiga…
Por la terrible estepa castellana,
Al destierro con doce de los suyos
- polvo sudor y hierro - el Cid cabalga.

Cerrado está el mesón a piedra y lodo.
Nadie responde… al pomo de la espada
y al cuento de las picas el postigo
va a ceder. ¡Quema el sol, el aire abrasa!

A los terribles golpes,
de eco ronco, una voz pura, de plata
y de cristal, responde… Hay una niña
muy débil y muy blanca
en el umbral. Es toda
ojos azules y en los ojos lágrimas.
Oro pálido nimba
Su carita curiosa y asustada.

- Buen Cid, pasad. El rey nos dará muerte,
arruinará la casa
y sembrará de sal el pobre campo
que mi padre trabaja…
Idos. El Cielo os colme de venturas…
En nuestro mal, ¡oh Cid!, no ganáis nada.

Calla la niña y llora sin gemido…
Un sollozo infantil cruza la escuadra
de feroces guerreros,
Y una voz inflexible grita: << ¡En Marcha! >>.

El ciego sol, la sed y la fatiga…
Por la terrible estepa castellana
al destierro, con doce de los suyos
- polvo sudor y hierro – el Cid cabalga.

Manuel Machado (1874-1947)

Romance del Duero, Gerardo Diego (1896-1987)

Romance del Duero

Río Duero, río Duero,
nadie a acompañarte baja,
nadie se detiene a oír
tu eterna estrofa de agua.

Indiferente o cobarde
la ciudad vuelve la espalda.
No quiere ver en tu espejo
su muralla desdentada.

Tú, viejo Duero sonríes
entre tus barbas de plata
moliendo con tus romances
las cosechas mal logradas.

Y entre los santos de piedra
y los álamos de magia
pasas llevando en tus ondas
palabras de amor, palabras.
Quién pudiera como tú,
a la vez quieto y en marcha,
cantar siempre el mismo verso
pero con distinta agua.
Río Duero, río Duero,
nadie a estar contigo baja,
ya nadie quiere atender
tu eterna estrofa olvidada,

sino los enamorados
que preguntan por sus almas
y siembran en tus espumas
palabras de amor, palabras.

Gerardo Diego (1896-1987)